Descripción:
Todos vivimos con uno de dos mentalidades: “Dadores” o “Recibidores”. Los “dadores” son aquellos que marcan el paso, ofrecen soluciones, ayudan a otros, avancen la causa y edifican el reino. No solo toman responsabilidad por sus propias vidas, sino también se hacen responsables de la misión. Los “recibidores” son aquellos que viven con sus manos extendidas esperando que otros les den, creen que merecen más de lo que tienen y exigen que otros solucionen sus problemas. Los hijos de Dios somos “dadores” porque somos hijos del dador mayor, quien nos ha dado todo lo que necesitamos para hacer su voluntad y nos ha enviado al mundo para “dar” no “recibir”. Si eres un hijo de Dios, ¡tienes muchísimo para dar!